Desmonté pieza a pieza mi reloj buscándote, pero no estabas en mi muñeca. Fui de estación en estación preguntando y nadie respondía, a pesar de la prisa, excepto alguien que no esperaba el tren, pero no entendí lo que decía. Busqué en foros de todo tipo, en quioscos y en joyerías, queriendo descubrir el secreto de tu latido misterioso, chocando sin parar contra la pared vacía. Demandé en la cola del paro y en la charcutería, pero nadie decía, nadie hablaba. Sumé, seguí en aquella difícil búsqueda, dormí durante el día, frecuenté la madrugada, pero tampoco allí conseguí respuesta, todo el mundo hacía como si nada. Insistí, hice zapping, navegué a veinte megas, fui a mítines importantes, a tamboradas y retiros de yoga, pero no hallé pistas, sendas ni guías. Escuché el silencio en lo alto de la montaña, y más arriba, estrellas fugándose, nubes perdiendo la memoria, el curso del río abriendo la tierra mojada, pero sólo pude verte de espaldas, corriendo. Desmonté pieza a pieza mi reloj buscándote, pero no estabas en mi muñeca. Fui de estación en estación preguntando y nadie respondía, a pesar de la prisa, excepto alguien que no esperaba el tren, … A.S.Puche - Cortafuegos © 2018 Ediciones en Huida